¿POR QUÉ LA IZQUIERDA SE HA ECHADO AL MONTE?. RESPUESTA (larga) A UNA PREGUNTA BREVE Y FUNDAMENTAL
La pregunta la planteaba nuestro amigo Gutiforever en el blog de Natalia Pastor, y en una amable respuesta a mi último post. Es una pregunta oportuna, por cuanto resulta particularmente desconcertante e inquietante ver la radicalización de las poses tradicionalmente consideradas "de izquierdas"aunque hayan sido interiorizadaslo interiorizadas que por partidos y dirigentes presuntamente de derechas (Sarkozy) o de centroderecha (Rajoy, Aguirre).
Tendemos a considerar la izquierda (en España PSOE y adláteres diversos) como una opción política a la que uno se adscribe, y de la que puede salir conforme a un conjunto de percepciones, reflexiones, tomas de conciencia o caidas del caballo. En España (también en el resto del mundo) esto ha dejado de ser así, y la izquierda ha pasado a tener naturaleza de movimiento. Esta naturaleza es la que hace que la izquierda (como antes otros movimientos) no pueda, literalmente, vivir en paz. Incapaces de transaccionar con la sociedad en la que viven, los miembros de todo movimiento necesitan, como una peonza, de un contínuo cambio para mantenerse en pie. En un partido se toma partido. En un movimiento no hay otro partido que tomar que el de seguir en perpetua agitación. Se produce una espiral en la que emanan de los detentadores del poder una serie de directivas difusas, poco estructuradas, pero atractivamente verbalizadas, que permiten a la base de la pirámide una amplia variedad de interpretaciones y de modos de ejecución práctica. Los detentadores del poder (que pueden ser, en apariencia, intachablemente democráticos) resultan relativamente poco comprometidos por las consecuencias de sus borrosas directivas, aunque el beneficio es inmenso, ya que se produce una competencia feroz entre los distintos individuos y colectivos de la base para conseguir los resultados más eficaces en la línea sugerida (pocas veces dictada) por el vértice. Como en una llave de carraca, la acción sólo es posible en un sentido, y el objetivo cumplido se convierte en base para objetivos ulteriores, más radicales. Este es el principio que en Alemania resultó tan sangrientamente eficaz, y que se ha dado en llamar el "trabajo en la dirección del Führer".
En España se podrían listar infinidad de casos, pero es muy significativa la política anticlerical, que ha sido sugerida desde el Gobierno so capa de un nebuloso laicismo, pero que ha sido interpretada en las bases como una licencia para la ofensa, el activismo histérico o la provocación directa.
Este es un breve apunte de mi hipótesis sobre la fuga al monte de la izquierda. Y mi opinión es que, como las peonzas, es imposible llegar a un estado de quietud y equilibrio. El movimiento o es perpetuo o no es. Su dentención equivale a su caida y desaparición. Por eso es muy complicado avenirse con la izquierda actual. No se puede llegar a ningún sitio con ella, porque no tiene la más mínima intención de detenerse en ninguna parte, ni considerará nunca haber llegado a puerto. Por eso es tan dada a comprender a los nacionalismos y a los terroristas. Comparte con ellos el eterno descontento, el agravio eterno, la miserable incapacidad para vivir en paz.
6 comentarios
cartas marruecas -
Gracias por la recomendación, don Lazaro.
Lázaro -
cartasmarruecas -
Natalia Pastor -
cartasmarruecas -
Julio Andradas -
Y se lo comenté a Guti estas Navidades,cenando en Madrid, en una amena sobremesa que duró horas;no pueden transaccionar con la sociedad en la que viven por que están presos de los clichés ideológicos que atenazan su evolución.
De ahí que todavía andan a vueltas con el Che, el anticlericalismo,la revolución de los "barbudos",Fidel y todos los "totems" al uso de la progresía.
Saludos.