DE LA NIÑEZ Y LA EDAD ADULTA. PIEZA EN FORMA DE HABANERA, Ravel.
La fecha proxima pasada, Epifanía de Nuestro Señor Jesucristo, suele movernos a reflexiones sobre la niñez, la edad adulta, la pérdida de la primera y la áspera caida en la segunda. Lóbregas meditaciones sobre las nieves de antaño.
Hace muchos años, quizá veinticinco, me tocaba examen del ejercicio obligatorio de saxofón, tercer curso. Pieza en forma de Habanera, de Maurice Ravel. Partitura para piano y saxo, que podía leer y articular sin sombra de duda. Perfecta, pero sin entender absolutamente nada. Me había criado con Bach, Haendel y Telemann, y era literalmente incapaz de entender qué pretendía Ravel cuando compuso semejante cosa. Yo entonces era un crío de doce años, muy versado en una parte muy limitada de la musica clasica. Los años me han llevado hacia atrás (Renacimiento y medievales) y hacia adelante (Romanticismo, Debussy, Ravel... ).
Hace un año, olvidada la partitura, oyendo Radio Clasica, volvió a aparecer la Habanera de Ravel. Yo ya había roto con el "Bolero" y había escuchado casi todo lo que se había grabado... salvo la Habanera. Juro que por poco me salgo de la autovía. Veinticinco años después, de golpe, entendí la pieza. No por iluminación, sino por experiencia y conocimiento previo de toda la obra de Ravel.
La infancia. Edad mítica donde las haya. Cofre en el que se atesora la inocencia y el placer de vivir. Cierto y falso. Cierto porque es verdad. Falso porque, hasta donde yo se, hay mucho de la infancia que solo cobra pleno y verdadero sentido cuando se revisita a la luz de lo que la edad adulta nos ha enseñado. Sean felices
2 comentarios
Natalia Pastor -
Al final de nuestros dias,volvemos a "ser" y a "vivir" lo que fue nuestra infancia,aquellas pequeñas cosas que marcaron el devenir de nuestra existencia.
Sempietnos -