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CARTAS MARRUECAS

BERMEJO EN CARINHALL

BERMEJO EN CARINHALL

De estos muchachos debo decidir qué me asombra más, si lo sinverguenzas o lo desvergonzados. Que el ex delegado del Gobierno para el Plan Nacional Antidrogas es un megalómano y un sectario era de sobras conocido. Que el Ministro de Justicia es más sectario todavía, y capaz de las más enrevesadas violencias intelectuales, tambien lo teníamos por cierto. Que juntos o por separado son capaces de conductas de una obscenidad política incompatible con un Estado moderno lo han dejado sobradamente demostrado en numerosas ocasiones. Así, a bote pronto y sin consultar otra hemeroteca que la memoria que uno guarda de lo que pasa en España se me ocurren las siguientes:

  • "hemos luchado contra los padres y ahora luchamos contra los hijos". M.Fernandez Bermejo, hijo de un Jefe Local del Movimiento
  • "ANV se ilegalizará cuando la jugada lo aconseje". M.Fernandez Bermejo, tahur con cartera ministerial, cuando las lanzas de ahora eran las cañas del proceso de paz
  • "Soy de izquierdas y actuo en consecuencia" M.Fernandez Bermejo, haciendo honor al apellido materno, a pesar de que el sueldo de ministro se lo pagan todos los españoles.

Sobre Garzón baste recordar las numerosas ocasiones en las que sus actuaciones se han coordinado, en fondo y tiempo, con las del Gobierno. Hasta aquí la sinvergoncería.

Pero ahora además nos pasan sus sinvergoncerías por el hocico con acompañamiento de no poca chulería (arte en el que Bermejo es maestro consumado). Seguimos en los tiempos del Azor, solo que en vez de tener a Felipe en el yate del dictador, tenemos a estos arribistas pegando escopetazos en la finca, vestidos de verde monte y maquinando chanchullos. Como si fuera lo más normal. Un ciervo, dos faisanes, tres artículos de la Constitución. El asunto es que huela a pólvora y que a los pies de los libertadores del pueblo quede una hilera de capturas.

Goering, tan aficionado al escopetazo, tan mediocre y tan sinverguenza como esta fauna nacional, tambien gustaba de maquinar desmanes en su finca de recreo. Se hizo nombrar Guardian Mayor de los Bosques del Reich, y se cosió un risible uniforme acorde con el pomposo cargo. A ver cuanto tarda Bermejo, dado lo que le gusta el cartucho.

 

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