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CARTAS MARRUECAS

HACE POCO MAS DE UN AÑO

La memoria es, casi siempre, corta e inexacta. En política más todavía. Por esta razón hay cosas que parecen no haber pasado nunca. Sin embargo, hace año y medio (menos de media legislatura) en Navarra ocurrían lo siguiente.

El PSN, del que el fallecido (y archihomenajeado Chivite) era Secretario General, había producido el concepto "Gobierno de Progreso" para formar coalición con Nafarroa Bai (a su vez coalición de cuatro formaciones abertzales de distinto pelaje).  UPN había conseguido una mayoría relativa, incluso después de haber hecho mucha propaganda y haber convocado una multitudinaria manifestación para indicar a Zapatero que Navarra era innegociable. Hubo decenas de reuniones, algunas de ellas muy chuscas. Aparecieron algunos personajes venidos no se sabe muy bien a qué, ni de dónde. Se vieron bonitas escenas de amor entre los socialistas y los nacionalistas vascos, incluidas perlas como la siguiente:

"El porcentaje de coincidencia y cohesión es muy alto y la posibilidad de redacción de textos muy válidos es muy importante; con propuestas de actuación muy originales y con mucha influencia en el futuro", (P. Zabaleta, Diario de Noticias, 15-06-2007)

o la siguiente:

"Hemos encontrado un alto grado de convergencia, lo que los anima a continuar con el repaso en otras materias", (fernando Puras, misma fuente y misma fecha)

o incluso ésta, demostrativa del florido estilo del que fue candidato socialista:

"El PSN centra su negociación con Nafarroa Bai para ver si se produce una coincidencia que nos permita elaborar una propuesta de gobierno de cara a la investidura y al próximo periodo de actividad del Parlamento".

Mientras tanto, corrían sudores por las espaldas de muchos cargos y carguetes de la administración foral. Algunos chalets y no pocos coches de lujo quedaron en suspenso durante algunas semanas. Como siempre que hay un cambio de gobierno, a alguien se le tuercen las cuentas. Zapatero  sopesó el costo político de gobernar con los nacionalistas vascos (cosa que no entiendo, puesto que por negociar con los terroristas vascos no pagó precio alguno) y mandó toda la jugada al cajón de los proyectos aparcados (que no es lo mismo que el cubo de la basura, como se podrá comprobar). Y el trueque fue bien sencillo. Sanz y la cosa nostra se quedan en el poder, bien que recibiendo no pocas sugerencias, principalmente a través de algunos poderes fácticos (como el Diario de Navarra) o no tan fácticos (Antonio Catalán). El PSN se queda como garante de la permanecia del sanzismo cabe el pesebre, hasta nueva orden , y a cambio Sanz escenifica (o lo intenta, Cervera mediante) la ruptura con el PP, y lo que es más importante, la entrega de Navarra a los postulados de Zapatero.

La vergüenza ni está ni se le espera

3 comentarios

cartasmarruecas -

Hace ya mucho tiempo que las cosas en Navarra no se mueven en el terreno de losprincipios o la verguenza. Esto es solamente cuestión de prebenda y mamandurria, de perfectos inútiles aupados a la derecha de un presidente mediocre y maniobrero. El problema no es solo Sanz, sino el sanzismo; una manera canallesca de detenetar lo único que importa: el poder.
Querida Natalia: si Sanz tuviera verguenzas, se le quedarían al aire. Le da igual decir una cosa y la contaria al mismo tiempo. Yo siempre digo que si le dejaran volver atrás, lo único que eliminaría sería la manifestación en la que tú y yo estuvimos.
Querido Sempietnos: ética y política no concuerdan en la misma frase. Menos en Navarra.
Y no nos engañemos. la política es una emanación de la sociedad que la practica. En Navarra somos cada vez más burros, y se nota.

Sempietnos -

El cúmulo de despropósitos es absoluto:desde Rajoy al que se le ponen de manos los barones porque huelen debilidad, a la traición de Sanz, que como dice Natalia,queda retratado y con las vergüenzas al aire.
Lo ético, lo prudente y lo "político",hubiese sido no aceptar el chantaje socialista,convocar elecciones anticipadas y ver si es capaz Zapatero de pactar con Nafarroa.

Natalia Pastor -

El papelón que ha hecho Miguel Sanz es de traca, y al final para nada.
El PSOE lo ha manejado como una marioneta, y ha quedado desnudo con todas las vergüenzas al aire.